La calma, sólo perturbada por las dificultades circulatorias provocadas por las decenas de autocares que copan dos carriles (uno de subida y otro de bajada) del Paseo de la Castellana entre Nuevos Ministerios y a Plaza de Cuzco, se espera que continúe en el exterior hasta que de comienzo el partido, a las 21.00.

Las fuerzas de seguridad sólo temen que pueda registrarse algún incidente cuando concluya el enfrentamiento deportivo. Para ello, un total de 1.800 agentes están trabajando desde las nueve de esta mañana, en el dispositivo que se encargará de la seguridad antes, durante y después del partido, según los datos facilitados a Servimedia por la Delegación del Gobierno en Madrid.

De esas 1.800 persona, 850 son agentes del Cuerpo Nacional de Policía, 200 de la Policía Municipal y el resto son miembros de la Guardia Civil de Tráfico, agentes de seguridad privada que aporta el propio estadio y miembros de Cruz Roja, Samur y Protección Civil.

Con motivo del evento deportivo, la capital recibirá un total de 850 autocares con aficionados de los dos equipos. Se calcula que habrá unos 40.000 seguidores del Betis y unos 35.000 del Barcelona, que ya han adquirido la entrada del partido.

Las mismas fuenes indicaron que hay otros 15.000 aficionados que han llegado a Madrid sin entrada para ver el encuentro, por lo que será difícil que puedan acceder al estadio.