“BeOne representa más que un cambio de nombre. No solo refleja quiénes somos hoy como compañía oncológica global líder, sino también nuestra ambición de redefinir lo que es posible en oncología al unir a pacientes, familias, científicos, médicos, gobiernos y otros actores de la salud pública oncológica del mundo en nuestra misión común contra el cáncer”, afirma John V. Oyler, cofundador, presidente y CEO de BeOne.

“Aunque nuestro trabajo aún no ha terminado, estoy extremadamente orgulloso del progreso logrado con el crecimiento explosivo de Brukinsa como pilar de nuestra franquicia de hematología, la expansión de nuestro inhibidor PD-1, Tevimbra, y nuestra cartera oncológica potencialmente transformadora de más de 50 activos en investigación, una de las más prolíficas de la industria. Tras 15 años de innovación constante e inversión estratégica para potenciar nuestras capacidades internas globales, apenas estamos comenzando, y espero con entusiasmo lo que construiremos juntos como BeOne”, añadió.

El nuevo nombre y el cambio de domicilio social a Suiza fueron aprobados por los accionistas el pasado 28 de abril. La transición al nombre BeOne en los seis continentes donde está presente se llevará a cabo por fases. La redomiciliación a Suiza refuerza la presencia de BeOne y consolida sus raíces en un centro biofarmacéutico global, impulsando aún más su estrategia de crecimiento para llevar tratamientos innovadores a pacientes de todo el mundo.

INNOVACIÓN

BeOne ha desarrollado una ventaja competitiva y sostenible gracias a inversiones estratégicas destinadas a fortalecer sus capacidades internas en investigación, desarrollo clínico y fabricación. Este modelo único permite eficiencias significativas en términos de tiempo y coste, facilitando el acceso de los pacientes a los tratamientos, al mismo tiempo que garantiza un control riguroso para mantener los más altos estándares en I+D y producción, y refuerza la resiliencia operativa con vistas al crecimiento a largo plazo.

Además de su liderazgo en hematología, BeOne también está enfocada en desarrollar futuras líneas terapéuticas en tumores sólidos, con foco en cáncer de mama, pulmón y gastrointestinal. Aprovechando su fortaleza en anticuerpos multiespecíficos, degradadores de proteínas y conjugados anticuerpo-fármaco, la compañía asegura que está estratégicamente posicionada para transformar el futuro del tratamiento del cáncer.

El equipo de investigación de BeOne, compuesto por más de 1.100 personas, logró introducir 13 nuevas moléculas en ensayos clínicos solo en 2024, superando incluso a algunas de las mayores compañías farmacéuticas. Además, su equipo de desarrollo clínico, con alrededor de 3.700 personas, tiene ensayos activos o planificados en más de 45 países y regiones, acelerando la innovación en etapas tempranas mediante su enfoque 'Fast-to-Proof-of-Concept' (Rápido a Prueba de Concepto). Hasta la fecha, más de 25.000 pacientes han participado en más de 170 ensayos clínicos promovidos por la compañía, lo que le ha permitido lograr ventajas diferenciales en velocidad y costes frente a otros actores de la industria.

Asimismo, la compañía sigue fortaleciendo su red global de fabricación con su centro insignia de I+D clínica y producción, ubicado en el Princeton West Innovation Campus, en Hopewell (Nueva Jersey). Esta planta de última generación, con una inversión de 800 millones de dólares, ofrece capacidad de producción escalable para acompañar el crecimiento de su porfolio, garantizar su resiliencia operativa y respaldar sus ambiciones internacionales.