Los padres de los menores presentaron un recurso contra la decisión de la viceconsejería de Educación, que había rechazado su solicitud de objeción de conciencia.

El TSJA aceptó estos recursos, por lo que la resolución judicial no es definitiva, sino que se trata de una suspensión cuatelar.

"Esta resolución judicial implica que al final del proceso, si no tuviera lugar ninguna resolución en contra con carácter firme, podríamos encontrarnos con alumnos que no tienen la escolarización debida", manifestó Álvarez Areces.

"El hecho de que, desde el punto de vista judicial, se entre en temas como la aceptación de ese tipo de impugnaciones abre un camino peligrosísimo", añadió el presidente asturiano, quien teme que se sucedan impugnaciones de colectivos o de personas particulares en otras materias.

El Gobierno de Asturias ha trasladado el caso al Ministerio de Educación y Ciencia, "para que estudie lo que puede ocurrir en este país en materia de educación".

Finalmente, el presidente asturiano señaló que el recurso del TSJA "impide que se puedan establecer las pautas generales de un sistema educativo tan importante para el futuro de los ciudadanos".