La propuesta ha sido presentada al Senado de Estados Unidos por Karen Ignagni, presidenta de America's Health Insurance Plans, asociación que representa a 1.300 aseguradoras sanitarias privadas de aquel país.

Esto supondría que cualquier persona que quisiera contratar un seguro médico privado podría hacerlo, siempre y cuando sea obligatorio para toda la población contratar este tipo de seguros, para lo que la organización liderada por Iganani propone ayudas públicas y desgravaciones fiscales para los que no puedan costearlos, como ya se hace en el estado de Massachussets.

Grupos de consumidores consideran positiva la iniciativa, sin embargo creen que no debería ser un sustituto de un sistema de sanidad público de calidad.

Actualmente 46 millones de estadounidenses no tienen seguro médico, y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció una partida de 466 millones de euros, en su propuesta de presupuesto para 2010, con el fin de financiar una reforma que resuelva esa situación.