Así lo afirmó en una entrevista en Servimedia donde consideró un “absoluto escándalo lo que ha hecho el Barça a lo largo estos años y la rueda de prensa de Laporta con la técnica del ventilador”.

Por tanto, criticó lo hecho por Laporta de “tratar de echar la culpa a todo el mundo de todo lo que ha hecho el Barça a lo largo de estos años”, que “básicamente es pagar” al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira, “por tener una influencia en el ámbito del estamento arbitral”.

Almeida remarcó que no puede decir cómo se concretó esa influencia porque no tiene “los elementos para poder definirlo”, pero “que los pagos del Barça a Negreira se hacían para obtener influencia en el estamento arbitral no lo puede dudar nadie” y “ese es el elemento clave”, aseveró.

Por ello, el alcalde incidió en que Laporta “podría haber aprovechado la rueda de prensa para reconocer la responsabilidad del Barça, para reconocer que no es una conducta que éticamente sea aceptable sin perjuicio del tema penal, y no para poner en marcha la táctica del ventilador que hizo”.

En este sentido, opinó que, dejando aparte el tema penal, “tengo muy claro que aquí hay una responsabilidad disciplinaria deportiva clara para el Barcelona” y recordó que el presidente de la Uefa, Aleksander Ceferin, dijo que es el caso “más grave” que ha conocido en sus años en el fútbol.

El regidor madrileño comentó que “podemos preguntarnos por qué el Barça estuvo dos años sin que se le pitaron penalti en contra, por ejemplo, y por qué se tomaron determinadas decisiones arbitrales”. “No digo que se produjeran de esa manera, pero digo que si fuera la Liga y la Federación serían los primeros que estaría interesado en llegar al fondo del asunto”, incidió.

Almeida insistió en que es importante saber exactamente “qué es lo que ha pasado” y, por tanto, también “entender que no puede ser que un club de fútbol haya pagado más de siete millones de euros al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros para obtener influencia en el estamento arbitral”, porque “ninguna otra era la finalidad de lo que perseguía el Barça”, concluyó.