Un total de 629 de los 849 anmales recogidos ingresaron vivos y el resto entraron sin vida. Las atenciones recibidas en Buitrago de Lozoya permitieron salvar la vida en este año a 355 animales de los que entraron vivos, aunque no se pudo evitar la muerte de 274.

Las aves rapaces y los cernícalos vulgares fueron las especies que requirieron un mayor número de atenciones veterinarias en estas instalaciones.

Las principales causas de los ingresos de las especies protegidas en el centro de recuperación fueron caídas de nidos (81ejemplares), captura ilegal (38), cautividad de los animales (38), atropellos (36), disparos (26), electrocución (20), dificultad de vuelo de las aves jóvenes (13) y trampas-cepo (6).

La mayoría de los ejemplares ingresados procedían de Madrid (285), Torrejónn de Ardoz (55), San Fernando de Henares (43) y Soto del Real (21).

De los ingresados en Buitrago de Lozoya, 310 fueron entregados por particulares, 200 por organismos oficiales y 339 por centros privados.