"Se trata de un proceso de adaptación y no es un problema clínico", afirmó Egea, quien anunció que este síndrome lo padecen más las mujeres que los hombres, concretamente, entre los 30 y 44 años.

Según una nota de prensa de la universidad, las reacciones más frecuentes en esta situación son mal humor, fatiga, dificultad de concentración, desánimo, tristeza, ansiedad, insomnio y trastornos digestivos.

"Pero esto no implica ningún tipo de patología y en el plazo de una semana, diez días como mucho, está superado completamente", explicó.

Finalmente, la profesora de Psicología ha recomendado tomar más periodos de vacaciones al año más cortos, puesto que "los cambios no son tan bruscos y el trabajo se hace menos duro". Asimismo, Egea recomendó no volver de las vacaciones el último día "porque el impacto es mucho mayor".