Los bancos españoles redujeron su beneficio un 4,1% hasta marzo
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Los bancos españoles alcanzaron un beneficio atribuido de 3.888 millones de euros en el primer trimestre de 2010, lo que supone un descenso del 4,1% con respecto al mismo periodo de 2009, cuando ganaron 4.052 millones.
Así lo explicó este martes en rueda de prensa el secretario general de la Asociación Española de Banca (AEB), Pedro Pablo Villasante, quien destacó que “dos años después de la crisis, los bancos españoles continúan operando con beneficios, buena rentabilidad y sin precisar ayudas públicas de capital, a pesar de las dificultades aún presentes el entorno”. “La banca española sigue actuando por sus propios medios, sin haber tenido que ser rescatada”, insistió.
El resultado consolidado del periodo enero-marzo de este año de los grupos bancarios españoles ascendió a 4.237 millones de euros, lo que representa 191 millones menos (-4,3%) frente al primer trimestre del pasado ejercicio.
Según la AEB, estos beneficios fueron compatibles con el fortalecimiento del balance, alcanzado mediante un considerable esfuerzo en saneamientos (provisiones y dotaciones para insolvencias) y a través de una mejora en el nivel y calidad de los recursos propios.
De hecho, los bancos destinaron 4.860 millones de euros a saneamientos, un 17,5% más que entre enero y marzo de 2009. Con todo, el resultado de la actividad de explotación consolidado registró una “mínima caída” del 0,8%.
A 31 de marzo de 2010, los bancos presentaban una ratio de solvencia con criterios de Basilea II del 13,2%, con un exceso de recursos propios de 53.886 millones de euros (un 22,2%) sobre sus necesidades mínimas regulatorias, y un incremento de los recursos propios computables del 8,8% respecto a marzo del ejercicio precedente. El indicador de mayor calidad, el denominado “core capital”, se situaba en el 8,5%, es decir, 148 puntos básicos por encima del alcanzado un año antes.
Tras el “importante esfuerzo” en saneamientos y la “significativa” contención de costes de estructura realizados, la rentabilidad obtenida en términos de ROA (sobre activos totales medios) fue del 0,80% en el conjunto del ejercicio, inferior en seis puntos básicos a la del mismo periodo del año pasado.
Por su parte, la rentabilidad alcanzada sobre recursos propios medios (ROE atribuido) fue del 12,02%, aunque en este caso la disminución observada respecto del año anterior obedece “al fuerte incremento experimentado en los recursos propios”.
Villasante destacó la buena marcha de los resultados recurrentes, como demuestra el incremento del margen de explotación (antes de dotaciones) de un 6,7% en valores absolutos.
Dicho aumento se sustenta, añadió, en “la buena gestión del margen de intereses”, que pasó de representar un 2,32% sobre activos totales medios frente al 2,26% de marzo de 2009; así como en la mejora de la estructura de costes, de tal modo que la ratio de eficiencia fue del 41,9%, frente al 42,9% de un año antes.
En cuanto al balance consolidado, cerró el primer trimestre del año con una subida del 3,4% anual, hasta situarse en 2,17 billones de euros.
CRÉDITO Y MOROSIDAD
A pesar del “difícil entorno económico y financiero en que todavía nos encontramos”, los grupos bancarios aumentaron el crédito a la clientela en un 0,1%. El índice de morosidad alcanzó el 4,18% y la tasa de cobertura se situó en el 66%.
En este periodo, los depósitos captados de la clientela crecieron en 81.000 millones de euros (+8,7% anual), lo que implica una mejoría de la relación depósitos/créditos hasta el 75% (69% un año antes).
Villasante hizo hincapié en el aumento del patrimonio neto contable por importe de 20.605 millones de euros frente al existente al cierre del primer trimestre del año pasado. Esto supone un 17,6% de incremento anual.
Según el secretario general de la AEB, “las entidades prosiguen su política de fortalecimiento patrimonial a través del incremento de recursos propios y la dotación de elevadas provisiones para insolvencias”.
Asimismo, consideró que “las autoridades deben seguir facilitando las medidas de financiación alternativas que palien el cierre de los mercados mayoristas” y la desconfianza creada en los mercados financieros a raíz de la crisis de la deuda pública griega.
En lo que toca a España, valoró que las medidas para las reducción del déficit público tendrían que ir acompañadas de reformas estructurales que permitiesen ganar competitividad, aprovechar al máximo la recuperación (“más lenta y menos vigorosa” que la de otros países) y ampliar el potencial de crecimiento de la economía española.
(SERVIMEDIA)
15 Jun 2010
CCB/caa