Ambas estaban citadas por el Juzgado de Instrucción número 2 de Granada para explicar -en calidad de imputadas- su posible implicación en un delito de sustracción de menores, después de que Juana Rivas se escondiera con sus hijos durante casi un mes para no entregarlos a su expareja italiana, condenado por maltrato familiar.

La magistrada sospechó que las dos profesionales del Ayuntamiento de Maracena podrían haber inducido a la madre granadina para huir con los dos menores, algo que Granados negó en declaraciones a la prensa en las puertas del Juzgado.

“Jamás, bajo ningún concepto y en ningún caso hemos inducido o cooperado a la comisión de ningún delito, de sustracción de menores o ningún otro”, afirmó la directora del Centro de la Mujer de Maracena. En este sentido, matizó que tanto su actuación como la de Sanz responden a su “quehacer” como trabajadoras del centro municipal.

Además, Granados subrayó que el caso Juana Rivas como víctima de violencia de género “está iniciado pero no está terminado”. Y es que la madre vino a España “huyendo de Italia -donde residía con su expareja, Francesco Arcuri- para pedir protección y apoyo por ser víctima de violencia de género”.

“SOMOS FUNCIONARIAS”

Francisca Granados se exculpó del posible delito de sustracción de menores que sospecha la jueza asegurando que “somos funcionarias de un centro especializado en protección a las víctimas y a sus hijos”, por lo que su asesoramiento a Juana Rivas fue ‘de oficio’ en cumplimiento de sus responsabilidades.

Por último, la asesora legal de la madre explicó que el Ayuntamiento de Maracena ha entregado junto al Centro de la Mujer un escrito solicitando al Juzgado de Violencia contra la Mujer que estime “si hay indicios de riesgo” para los menores, que fueron entregados a Francesco Arcuri el pasado lunes tras ceder Juana Rivas por orden de la magistrada.

En un fallo dictado la noche del jueves al viernes, el Juzgado de Instrucción número 2 de Granada dio un ultimátum a la madre de Maracena para que abandonara la huida que emprendió junto a sus hijos. Finalmente, la madre cumplió con la orden y los entregó anteayer a la Guardia Civil.

MAÑANA DECLARA LA FAMILIA

Si hoy estaban citadas las dos trabajadores del Centro de la Mujer de Maracena, mañana será el turno de los familiares de Juana Rivas, quienes han sido imputados hasta el segundo grado de consanguinidad a fin de que presten declaración como investigados en un delito de sustracción de menores.

Todas estas imputaciones servirán para esclarecer “si han podido participar como presuntas inductoras en un delito de sustracción de menores” y valorar “su participación en los hechos”, informó el Juzgado.