Fernández Ordóñez: "La tormenta no es culpa del patrón del barco, pero sí está en su mano repararlo antes de que se hunda"
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El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, dijo este martes que el mercado de trabajo ha demostrado ser "un barco frágil" que navega a un ritmo muy lento y advirtió de que si no se hace algo, acabará naufragando.
"Cada vez que llega una tormenta, aparecen vías de agua que es enormemente costoso cerrar", afirmó en Madrid Fernández Ordóñez durante su intervención en las jornadas "La reforma del Sistema Financiero español", organizadas por "Expansión" y KPMG.
Según el gobernador del Banco de España, "es evidente que la tormenta no es culpa del patrón del barco, pero sí está en su mano repararlo antes de que la tormenta acabe hundiéndolo".
Añadió además que "nuestro barco laboral también funciona mal cuando no hay tormentas", en referencia a que en los periodos de mayor crecimiento de la economía mundial la tasa de paro de España "sigue siendo la más alta" y el crecimiento de la productividad laboral "mediocre".
"El barco se hunde, pero navega, en términos de productividad y reducción del desempleo, a una velocidad muy pobre en comparación con los demás", insistió el gobernador.
Fernández Ordóñez criticó que "a veces surjan voces que ponen en duda que la reforma laboral sea un asunto urgente, argumentando que el mercado de trabajo no es el origen de esta crisis. Esto es completamente cierto, pero es un argumento que no sirve para ignorar el carácter prioritario de esta reforma".
"HEMOS FRACASADO"
El responsable del Banco de España dijo que los españoles "deberíamos tener la misma actitud que están teniendo otros países con la reforma de su sistema financiero".
Explicó que algunos países han reconocido que tenían problemas serios en sus bancos y han admitido el fracaso y se han puesto a reformar.
"Los españoles deberíamos tener esa misma actitud de aprender. En primer lugar, deberíamos reconocer que hemos fracasado en la regulación laboral, ya que, por tercera vez en las últimas décadas, el desempleo ha vuelto a trepar hasta acercarse a la cifra inasumible del 20% y por ello deberíamos averiguar que es lo que hacen otros países con sus instituciones laborales e intentar incorporar a nuestra legislación aquello que nos parezca más razonable para conseguir sus reducidas tasas de paro y sus altas cotas de productividad laboral", manifestó.
Fernández Ordóñez advirtió de que si "hacemos una reforma laboral profunda, nos encontraríamos con un escenario más positivo, en el que las empresas españolas podrían ajustar con prontitud su competitividad en el díficil entorno".
"Sería un error que al final se adoptara una reforma laboral de bajo alcance, como si a la altura que hemos llegado pudiéramos permitirnos el lujo de acometer esta reforma con lentitud, en varias fases, en varios años", dijo.
Para Fernández Ordóñez, esto hubiera sido posible hace 5, 10 o 15 años cuando se inició la fase de expansión y la necesidad de la reforma laboral "no era imperiosa", lo cual ha provocado que en los últimos 15 años "no se haya adoptado ni una sola reforma laboral capaz de impedir que nuestro rígido mercado realizara el ajuste de otra forma que no sea el castizo y recurrente modelo español de dejar sin trabajo a millones de trabajadores".
Para finalizar, Fernández Ordóñez puntualizó que, aunque se apruebe una reforma que acerque las instituciones españolas a lo que hacen otras en la UE, "ello no asegura la resolución inmediata de nuestros problemas de crecimiento, finanzas pública o salud de nuestro sistema bancario".
La reforma laboral es una reforma "absolutamente necesaria" e "imprescindible", dijo, sin la cual las demás medidas que se adopten tendrán efectos "mucho menos intensos sobre la competitividad".
(SERVIMEDIA)
23 Feb 2010
GFM/gfm/caa