El coste del cambio climático para los países ricos se dispara a más de 100.000 millones anuales
- El gasto entre 2015 y 2050 es dos y tres veces más de lo previsto, según la ONU
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Los países ricos tendrán que pagar entre dos y tres veces más de lo inicialmente previsto a las naciones en desarrollo entre 2015 y 2050 para que éstas se adapten al cambio climático, con lo que el coste supera los 100.000 millones de euros anuales.
Así se desprende de un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUMA), dado a conocer este viernes en el marco de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (conocida como COP 20), que se celebra estos días en Lima (Perú).
Un estudio presentado por el Banco Mundial en 2010 concluía que los países industrializados deberían pagar entre 70.000 y 100.000 millones de dólares anuales (entre 57.000 y 81.000 millones de euros) hasta 2050 para que las naciones menos desarrolladas se adapten al cambio climático y se mitiguen las consecuencias del calentamiento global.
De esta manera, las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera impedirían el aumento de la temperatura del planeta por debajo de los 2ºC en 2050 con respecto a la era preindustrial, cuando no se utilizaban combustibles fósiles.
Sin embargo, el informe dado a conocer este viernes por el PNUMA subraya que, incluso si las emisiones de gases de efecto invernadero se reducen lo necesario para mantener el aumento de los 2ºC de temperatura, “el coste de la adaptación al cambio climático en los países en desarrollo es probable que supere entre dos o tres veces las estimaciones anteriores” de entre 70.000 y 100.000 millones de dólares, con lo que el presupuesto asciende a más de 100.000 millones de euros anuales.
Este informe concluye que, a pesar de las aportaciones de entre 23.000 y 26.000 millones de dólares (entre 18.700 y 21.100 millones de euros) entre 2012 y 2013, “habrá una importante falta de fondos a partir de 2020”, salvo que se produzca una nueva financiación para la adaptación al cambio climático.
“El coste de la adaptación se elevará aún más a medida que se necesita una acción más amplia y más cara para proteger a las comunidades de los efectos de intensificación del cambio climático, como las sequías, las inundaciones y el aumento del nivel del mar”, indicó el PNUMA.
INGRESOS ADICIONALES
El director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner, subrayó que al tiempo que "los líderes mundiales se reúnen en Lima para dar el siguiente paso crucial en un acuerdo mundial sobre el cambio climático, este informe pone de relieve la importancia de incluir planes de adaptación integrales en el acuerdo”.
"Los impactos del cambio climático ya se están empezando a tener en cuenta en los presupuestos de las autoridades nacionales y locales. Las repercusiones en los costes crecientes en las comunidades, las ciudades, las empresas, los contribuyentes y los presupuestos nacionales merecen mayor atención, ya que se traducen en consecuencias económicas reales", añadió.
Steiner recalcó que las autoridades nacionales y la comunidad internacional deben tomar “las medidas necesarias” para garantizar esa financiación y mostró su preocupación por que los países menos desarrollados deberán reasignar recursos financieros a las medidas de adaptación al cambio climático.
Apuntó que el informe es “un poderoso recordatorio” de que “el coste potencial de la inacción lleva una verdadera etiqueta de precio”. “Nos lo debemos no sólo a nosotros mismos, sino también a la siguiente generación, ya que son ellos los que tendrán que pagar la factura”, apostilló.
Por otro lado, el PNUMA señaló que los compromisos financieros para los objetivos de adaptación al cambio climático se han incrementado en los últimos años y que este capítulo se está integrando cada vez más en las políticas de desarrollo, pero consideró “una prioridad” que se amplíen estos presupuestos.
El informe propone como ingresos adicionales entre 2015 y 2050 la subasta internacional de derechos de emisión, la subasta de derechos en el comercio de emisiones nacionales, un “impuesto de carbono”, ingresos por transporte internacional e impuestos sobre las transacciones financieras.
(SERVIMEDIA)
05 Dic 2014
MGR/gja