Esteban se expresó en estos términos a su entrada a la Junta de Portavoces celebrada en la Cámara Baja después de confirmar, como minutos antes hizo el Gobierno vasco, el encuentro discreto celebrado el lunes tras la petición de Urkullu.

"No ha aportado muchas novedades”, reconoció Esteban para contestar con un “no” rotundo a la pregunta de si el encuentro ha servido para desbloquear las relaciones entre los planteamientos de Rajoy y de Urkullu, que lleva meses avisando al jefe del Ejecutivo de que "se equivoca si piensa que sólo tiene el problema de Cataluña".

Esteban se remitió para los detalles y la valoración del encuentro a la declaración que, a lo largo de la mañana, hará el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, desde Vitoria.

“Normalmente suelen ser discretas estas reuniones, lo cual no quiere decir que sean secretas. Vamos a hablar de las impresiones de unos y de otros”, afirmó.

REUNIÓN PEDIDA EN JULIO

Urkullu pidió, públicamente, a mediados de julio a Rajoy que lo recibiera en el Palacio de la Moncloa para analizar la actualidad política y para abordar, de "manera bilateral" y consensuada, "una verdadera política de Estado".

Rajoy y Urkullu se reunieron por última vez, y en secreto, el pasado mes de febrero con el fin de abordar el final de ETA y el plan de paz impulsado por el Ejecutivo vasco, según confirmaron después fuentes del Gobierno vasco a posteriori.

Urkullu también acudió de manera discreta al Palacio de la Moncloa en abril del año pasado, en plena negociación de los presupuestos generales del País Vasco.

De forma pública, Rajoy y Urkullu se reunieron en el Palacio de la Moncloa el 30 de enero de 2013, un mes y medio después de que el dirigente peneuvista fuera nombrado lehendakari.

Además, Urkullu fue el primer líder de un partido político al que Mariano Rajoy recibió oficialmente en La Moncloa como presidente del Gobierno, desde su toma de posesión. Fue el 31 de enero de 2012.