Así lo dijo en el Congreso de los Diputados, durante su intervención en el Debate sobre el Estado de la Nación, donde señaló que “las corruptelas no son un problema de alegalidad”, sino una cuestión “de valores”. “No se trata de regenerar la política. Lo que hay que hacer es limpiarla de quienes la utilizan para sus intereses personales, con nombre y apellidos”, afirmó. .

Por otra parte, preguntó a Rajoy que cómo puede sentirse satisfecho con seis millones de parados, al tiempo que le acusó de haber llevado al Congreso de los Diputados “la trampa de las estadísticas con datos macros leídos en su cara más amable”, pues ha callado, por ejemplo, que las importaciones han caído “en picado”.

Asimismo, dijo que ha echado en falta en este Debate sobre el Estado de la Nación y, particularmente del Gobierno, “un homenaje a la víctimas de un sistema que no ha sabido ayudarles”.

Por su parte, el diputado de UPN, Carlos Salvador, dijo que la política interna del país “no da señales de recuperación” y que el “espíritu de concordia que alumbró la Constitución de 1978” ha desaparecido.

Por eso, Salvador pidió a Rajoy “fórmulas lúcidas con las que reordenar el edificio constitucional que conseguía una adhesión ciudadana a sus valores”.