El primer gran cazador marino poseía uno de los sistemas de visión más agudos conocidos
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A principios del Cámbrico, hace unos 515 millones de años, un artrópodo de más de un metro de longitud, perteneciente al género Anomalocaris, exhibía unos ojos que han resultado ser los más complejos de la época, según una investigación internacional en la que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La investigación, que será publicada en la portada del próximo número de la revista "Nature", se ha realizado gracias al análisis de unos fósiles encontrados en el yacimiento paleontológico de Emu Bay Shale, en Isla Canguro (Australia).
Según informa el CSIC, la superficie ocular de Anomalocaris tenía forma de pera, en lugar de hemisférica, y su tamaño rondaba entre los dos y tres centímetros. Los restos de este pariente lejano de los artrópodos han revelado que poseía, como mínimo, 16.700 lentes hexagonales de hasta 110 micrómetros en cada ojo.
El investigador del CSIC en el Instituto de Geociencias y coautor del artículo, Diego García-Bellido, explica que, "dado que la forma de sus ojos pedunculares es parecida a la de un chupachús, el fósil comprimido sólo muestra la mitad, por lo que suponemos que el número total de lentes podría ascender hasta los 30.000".
(SERVIMEDIA)
07 Dic 2011
JCV/lmb