En su primera rueda de prensa desde el Palacio de la Moncloa, la nueva portavoz admitió que todavía tiene que ponerse al día en algunos temas como los compromisos cerrados por el Ejecutivo para celebrar este mes una reunión de la mesa bilateral entre el Estado y la Generalitat de Cataluña.

Pero ahondó en que “no hay ninguna duda” de su “afecto” para con Cataluña y que, en lo referido a la política territorial, “no ha habido un cambio de dirección”. “El presidente ha expresado con absoluta claridad que se trata de recuperar la senda de diálogo con el único objetivo claro de mejorar la convivencia y dar tranquilidad a la sociedad catalana”.

Así, agregó que “el presidente ha marcado muy bien esa ruta y esa será también mi tarea ahora como ministra", la de “ahondar en lo que es la decisión del Gobierno, con un claro objetivo, que es mejorar la convivencia en Cataluña” porque "se han abierto canales, herramientas y hay que saber aprovecharlas”.

Rodríguez hizo hincapié en su origen manchego y también en los “lazos afectivos” que hay entre manchegos y catalanes porque “muchos” originarios de su tierra se “tuvieron que marchar” a Cataluña para “prosperar” hace años y, por eso, son “muchos los lazos que nos unen”.

Preguntada por si comparte como dijo Iceta que en Cataluña debería celebrarse una consulta en el caso de que haya un acuerdo político, la nueva ministra aseveró -también lo hizo ante otras preguntas- que ella es la portavoz y que no va a interpretar las opiniones de sus compañeros del Gabinete.