Según su presidente, Francisco Reynés, “no se trata de un simple cambio ubicación” sino de una “parte de la transformación en la que estamos inmersos y que también tiene que ver con los espacios”, con un complejo que “potencia la conexión del talento y el trabajo en equipo”, y donde la digitalización “permita reorientar nuestros procesos de forma más ágil, sencilla y eficiente”.

Las nuevas oficinas, que la compañía ocupará en régimen de arrendamiento durante 10 años, disponen de 5.200 metros cuadrados útiles distribuidos en 9 plantas, más dos plantas de sótano de 900 metros cuadrados y dos terrazas exteriores de otros 400 metros cuadrados de superficie.

Su traslado tiene lugar tras acometer una remodelación del inmueble que ha permitido obtener la ‘Certificación LEED Gold’ que garantiza que está construido con los máximos estándares de ecoeficiencia y sostenibilidad. Sus obras, diseñadas por Sanzport Arquitectura, se han llevado a cabo con materiales de estricto respeto medioambiental así como un plan integral de calidad ambiental.

La compañía ubicará los servicios corporativos que tiene en Barcelona y el resto de lo empleados del grupo en dicha ciudad seguirán en uno de los tres edificios de la que ha sido la sede de la compañía en la Barceloneta desde el año 2006, y que es propiedad de Naturgy.

El nuevo complejo está diseñado para ser ecoeficiente, mejorando sus prestaciones, aislamiento térmico y consumo energético. Entre otros dispositivos, cuenta en su fachada con un tratamiento de lamas fotovoltaicas que protegen del sol en los meses más cálidos y generan energía limpia para una parte de su consumo eléctrico.