El operador de telecomunicaciones explicó en un comunicado que el beneficio neto se vio afectado por la plusvalía de 144 millones por la venta de la red de fibra a Macquarie y por gastos financieros de 108 millones por la compra del convertible, entre otros motivos. Con el ajuste, el beneficio neto se eleva a 154 millones, un 14% más que en 2018.

La ‘teleco’ amarilla incrementó sus ingresos totales un 16%, hasta los 1.681 millones, y el Ebitda lo situó en 468 millones tras dispararlo un 42%.

El operador cerró 2019 con 8,9 millones de clientes, un 15% más que el año pasado, de los cuales, cerca de 7,4 millones son de móvil y 1,5 de banda ancha fija.

Del total de clientes de telefonía móvil, 5,6 millones corresponden a clientes de postpago, un 18% más que el año pasado y 1,8 millones a clientes de prepago. En 2019, el grupo ha añadido cerca de 1,4 millones de clientes entre banda ancha fija y móvil postpago.

En cuanto al negocio de banda ancha fija, el grupo contaba a finales de 2019 con 1,5M de clientes, un 51% más que el año anterior. Durante el año, la Compañía añadió más de 500.000 nuevos clientes de esta modalidad convirtiéndose ese año en el récord histórico de captación de banda ancha fija del Grupo. En la actualidad, cerca del 85% del total de los clientes del grupo son de fibra óptica.

La deuda neta subió a 1.655 millones, frente a 1.050 millones del ejercicio precedente. La empresa lo atribuye a la recompra del convertible de Providence

“Hemos vuelto a liderar por tercer año consecutivo el crecimiento del mercado de las telecomunicaciones en España con una propuesta comercial basada únicamente en la satisfacción de nuestros clientes. Confiamos en que nuestro enfoque en la calidad de nuestros servicios y en la creación de valor nos va a permitir alcanzar todos nuestros objetivos financieros previstos para 2020/2021”, dijo Meinrad Spenger, consejero delegado del grupo.