El sindicato Manos Limpias, que se coordinaba con Ausbanc, se querelló contra Blesa por la compra del City National Bank of Florida. La instrucción de la causa cayó en manos del juez José Elpidio Silva, que envió al banquero en hasta dos ocasiones a prisión provisional. La causa fue finalmente archivada y el magistrado acabó condenado por prevaricación por su actuación en este caso. Blesa se suicidó tiempo después antes de sentarse en el banquillo.

Durante la instrucción, Blesa aseguró que había sido víctima de un intento de extorsión por parte del entramado Ausbanc-Manos Limpias que pretendía cobrar una cantidad millonaria a cambio de retirar la querella contra él.

En relación con este asunto, Pineda, que era el letrado que representaba a Manos Limpias en esta causa, tomó “decisiones tácticas y estratégicas”, reconoció. En ese marco, explicó al fiscal “se puede tomar la decisión de pedir la prisión provisional sin fianza para Blesa. Una decisión así puede tener un fin táctico, porque si eres el único que pide la prisión después eres el que puedes pedir de se levante”, explicó.

A preguntas del fiscal, el exresponsable de Ausbanc admitió que se reunió con el magistrado instructor del caso en los juzgados de la Plaza de Castilla. “¿Y de qué trataron?”, preguntó el fiscal. “Seguramente hablaría de la revocación del auto” (de prisión), admitió.

El juez Silva acabó inhabilitado. Preguntado por contactos posteriores entre ambos, Pineda dijo que “vivimos muy cerca y sí, me lo he encontrado en alguna terraza en Rosales. Hemos hablado, pero no en reuniones de tipo profesional. Me dijo que iba a escribir un libro”.

Durante el interrogatorio vespertino de Pineda, el expresidente del Ausbanc, negó también haber intentado extorsionar a otras entidades financieras y cajas de ahorro. En concreto negó haber presionado a Nova Galicia, a Catalunya Bank y a Credit Service.