Dicho informe, destaca que el 80% de los ejecutivos de las compañías que han implementado recientemente procesos de IA “perciben valor en su uso”, pero alerta también sobre los “riesgos asociados” que pueden incidir en el buen funcionamiento de las empresas.

En este sentido, el informe destaca que la IA en las compañías está “en una fase muy embrionaria” y que esto “puede dar lugar a una serie de consecuencias, a veces, no deseadas, relacionadas con la privacidad, discriminación, accidentes o manipulación en los sistemas políticos”.

En concreto, el informe describe cinco puntos en los que se pueden originar riesgos con el fin de que las compañías estén preparadas para su prevención: problemas en el uso de datos, problemas tecnológicos, problemas de seguridad, errores en el establecimiento de modelos, además de problemas de interacción entre las personas y las máquinas.

Por ello, el informe destaca la importancia de que las compañías identifiquen los riesgos, instauren controles generales estrictos y refuercen otros específicos en función de la naturaleza del riesgo.