Según informó este viernes la compañía, su beneficio neto ajustado fue de 124 millones, lo que supone una caída del 24,8%.

Cepsa atribuye la caída a la alta depreciación en el negocio de Exploración y Producción relacionada con los campos de Sarb y Umm Lulu, la baja producción de refino como resultado de la parada programada en la Refinería de Gibraltar-San Roque, y menor producción y márgenes en el negocio de Química, especialmente en la línea de negocio de fenol y acetona.

Por otro lado, registró un resultado bruto de explotación ajustado (Ebitda) de 468 millones de euros, un 31% superior al del mismo periodo del año anterior, que se situó en 356 millones.

El incremento del 31% del resultado bruto de explotación ajustado se ha debido fundamentalmente al buen comportamiento de los negocios de Exploración y Producción (que ha aumentado un 93% respecto al primer trimestre de 2018) y Marketing (que lo ha hecho en un 23%).

Las inversiones durante este periodo ascendieron a 208 millones de euros y el flujo de caja libre fue de 95 millones de euros (tras descontar el pago de impuestos e inversiones).