La FICR hizo este llamamiento en la primera visita de su presidente, Tadateru Konoé, a Pakistán tras las inundaciones, en un viaje que le llevó a recorrer las casas dañadas en la aldea norteña de Charsadda.

Konoé señaló que los esfuerzos de recuperación de Pakistán van a durar "mucho más tiempo del inicialmente previsto". "Ésta es una situación muy compleja. Harán falta más de dos años para conseguir de nuevo tierra cultivable. Estas personas necesitan ayuda. El invierno se acerca rápidamente y esperamos poder atender a la mayor cantidad de gente posible con más mantas para combatir el frío, pero para hacer esto necesitamos más dinero ahora", explicó.

La Media Luna Roja de Pakistán distribuye asistencia alimentaria a unas 150.000 familias y cerca de un millón de personas también reciben asistencia de emergencia y alojamiento transitorio.

La FICR pretende ampliar su programa de socorro para iniciar una segunda ronda de distribución de ayuda, ya que los fondos recaudados hasta ahora se destinan a urgencias como comida, agua potable, cuidado médico y vivienda.

El pasado 19 de agosto, la FICR elevó su llamamiento inicial de emergencia hasta los 56,3 millones de euros, de los cuales ha recibido el 75%.

"Tenemos una brecha de financiación. Para cumplir con las promesas hechas al pueblo de Pakistán necesitamos cubrir esa brecha", apuntó el director adjunto de la FICR en Asia y Oceanía, Jagan Chapagain.